Si hablamos de liderazgo positivo hablamos de un líder feliz, o por lo menos que trabaja en serlo. Una persona que no tiene inteligencia emocional, que no tiene balance en su vida laboral, personal y que está llena de complejos, simplemente no puede ser buen líder. Martin Seligman, de la Universidad de Pennsylvania, menciona cinco elementos que nos hacen más felices:
1) La positividad (sentir emociones positivas),
2) Sentir un estado de absorción con lo que hacemos,
3) Sentir que contamos con una red de apoyo,
4) Entender el significado de la vida para nosotros y
5) Tener una sana evaluación de nuestros logros en la vida.
Si una persona no es feliz ¿cómo esperamos que ayude a los que le rodean a serlo y dar lo mejor de sí mismos en la vida, ya sea en el ámbito laboral o personal?
La Organización Mundial de la Salud calcula que uno de cada cinco individuos sufre de depresión o ansiedad durante su vida, por lo que hace un llamado a las empresas a trabajar en prácticas de felicidad como una estrategia preventiva para esto.
El reporte mundial de felicidad indica que los jefes tienen un efecto importante en la felicidad de los miembros de un equipo de trabajo. Por ejemplo, recibir un premio o tener un reconocimiento monetario tiene un efecto positivo, aunque no de manera sostenida. En un estudio, desarrollado durante seis meses, se encontró que hay mejores resultados cuando el líder otorga un reconocimiento verbal positivo de forma sostenida, en lugar de un premio monetario o físico.
Un buen líder debe enfocarse en la transparencia y en el reconocimiento de las fortalezas de su equipo. La mayoría de las personas estamos acostumbradas a ver lo negativo a todo y con ello a corregir a quien se nos ponga enfrente, pero ¿qué pasaría si apreciáramos y destacáramos lo positivo diaria y constantemente? Sin duda el crecimiento de las personas se vería reflejado, el nivel de productividad aumentaría y el compromiso por la empresa sería el mejor.
Un clima positivo es aquel que está lleno de emociones positivas. John Gottman, en sus estudios sobre evaluación de las relaciones humanas, encuentra que nosotros debemos experimentar al menos cinco emociones positivas por cada negativa para evaluar que tenemos un día positivo.
Una de las emociones que se puede comenzar a experimentar en el trabajo de forma sencilla es la gratitud, como líderes debemos ser agradecidos con las pequeñas cosas y también generar rituales de agradecimiento de lo que cada miembro del equipo hace por los demás.
Para generar un ambiente sano, positivo y productivo debemos trabajar mucho en aumentar la confianza entre los colaboradores de la empresa y para ello es necesario siempre compartirles información valiosa, de esta forma el líder se encarga de integrar espacios de colaboración, y de proyectar en todo momento transparencia al personal. Otra forma de generar este tipo de ambiente óptimo en el trabajo es implementando prácticas de conexión como juegos o team buildings.
Un líder positivo es aquel que se esfuerza por hacerle ver a sus colaboradores el significado del trabajo de cada uno, que lo que hace en éste tiene un efecto o impacto positivo más allá. Recordemos que el liderazgo positivo siembra buenas prácticas, formas de convivencia y en general, desarrolla excelentes ambientes de trabajo.
Kim Cameron, autor de “Practicing Positive Leadership”, define el liderazgo positivo como “la implementación de múltiples prácticas positivas que ayudan a las personas y organizaciones a alcanzar su máximo potencial”.
Algunas características del perfil de este tipo de líder positivo son:
Toman decisiones empresariales considerando a las personas en todo momento.
Realizan retroalimentación constructiva al equipo y personalmente.
Son accesibles en la comunicación y las relaciones.
Actúan con ética.
Entregan el liderazgo a otras personas y con ello, confianza.
Cuentan con habilidades como Inteligencia y estabilidad emocional, atención plena, autoconciencia, habilidades comunicacionales, transparencia relacional, escucha activa, comportamiento ético, empoderamiento, resolución de problemas, honestidad y respeto, iniciativa y proactividad.
El liderazgo positivo es una máxima en la acción de liderar, en la que converge la democracia, la espontaneidad, la participación, el profesionalismo y el respeto mutuo, acompañado de canales de comunicación expeditos entre todos los niveles de la organización. Además, trae muchísimos beneficios relacionados al rendimiento de las personas:
Trabajar con un líder positivo mejora el clima laboral y disminuye las tasas de rotación de personal.
Tener un líder positivo es super bueno en tiempos de incertidumbre, volatilidad y cambios, ya que las personas se sienten más resilientes y optimistas.
Genera un compromiso emocional con sus colaboradores y esto hace que ellos sientan pasión por su trabajo y lo realicen de la mejor manera posible.
El liderazgo positivo es fundamental para construir relaciones de colaboración y trabajo en equipo.
Si has llegado hasta aquí, es porque quieres empezar a potenciar el liderazgo positivo en tu empresa. ¿Cómo lograrlo? En LIVE 13.5 te podemos ayudar, comunícate con nosotros ¿qué esperas?
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