El chisme es veneno para cualquier entorno, pero es especialmente mortal para el entorno laboral, el chisme crea disrupción y está diseñado específicamente para dañar a otros.
El chisme proviene del individuo que tiene el ego más grande pero más frágil y que siente una gran amenaza para su seguridad laboral, autoestima, popularidad o estatus; los chismes en el lugar de trabajo tienen éxito al socavar a personas importantes a las que admiran o temen. Un chismoso molesto es consciente de que la reputación lo es todo en los negocios, y que una reputación empañada es casi imposible de recuperar. Ellos elaboran estrategias para arruinar a aquellos que ven como mejores que ellos mismos o que se encuentran en su camino.
Algunas de las características que conservan los chismosos son:
1) Inmadurez: los chismosos son gente desesperada e inmadura, necesitan drama, aman los conflictos y son tan inseguros que se sienten obligados a contar y difundir acusaciones e historias falsas sobre los demás para sentir una sensación de superioridad o para poder desempeñar el papel fundamental de víctima.
La inmadurez es sinónimo de mala salud mental, no hay probabilidad que se conozca a un individuo inmaduro mentalmente sano; lo primero que hay que entender cuando se trata de un chisme es que no se trata de una persona mental o emocionalmente sana, por esta razón, cuéntales muy poco sobre ti o tu rol en el trabajo más allá de lo que necesitan sí o sí saber.
2) Embellecimiento: los chismosos fabrican y adornan; las historias que cuentan son dramáticas e imaginarias, diseñadas para llamar la atención y poner a un equipo de personas en contra de otro u otros; las causas fundamentales de los chismes son casi siempre y sin falta los celos, cuanto más éxito tengas, más atractivo, más amable, más seguro de ti mismo seas, más chismosos te molestarán. Lo hacen para intentar derribarte, y para intentar fortalecerse. Si eres el objetivo de un chisme, haz todo lo posible para que no se meta en tu piel. Los chismes nunca son una señal de que estás haciendo algo mal, o de que te falta algo dentro de ti; si eres el objetivo, puedes estar seguro de que estás haciendo algo bien.
La envidia que proviene de cualquiera, es una señal de que lo estás logrando, y creando un camino hacia el éxito que el chismoso no ha podido lograr por sí solo, de ahí que te conviertas en su objetivo. Nunca te encojas bajo la existencia de un rumor y tampoco debes saltar e intentar urgentemente corregir el mal que se ha generado; mantén la calma, ignora el rumor, cierra la boca y deja que tu éxito hable por ti.
3) Violencia emocional: la envidia es la más violenta de todas las emociones, porque la gente busca destruir lo que envidia; los celos tienen el mayor potencial para destruir absolutamente las relaciones. Si estás cerca de un chismoso, lo primero que debes darte cuenta es que son personas dañinas, y eventualmente lo serán para ti; nunca creas que cuando escuchas a una persona chismorrear sobre otra persona en el lugar de trabajo, al final no se volverá contra ti también, ¡lo hará!; los chismosos no son leales a nadie más que a ellos mismos, harán todo lo posible para que te involucres en su drama y, en algún momento posterior, usarán tus propias palabras para chantajearte cuando lo consideren oportuno, para arreglar las cosas a su conveniencia.
Los chismosos usan el chisme como una herramienta de negociación para su éxito; lamentablemente hay muchos que escalan el éxito de esta manera; si puedes quedarte atrás y no involucrarte, verás que su éxito es de corta duración. Ellos mentirán y negarán todas sus malas acciones, convirtiendo a todos en chivos expiatorios a su paso. Por eso, pon mucha atención y ten cuidado, nunca confíes en nadie a quien veas constantemente hablando de otros.
4) Seducción: es parte de la naturaleza humana hablar de los demás, analizar y ser curioso, por lo que captar a un chismoso destructivo puede ser difícil de discernir. Todos nosotros hablamos y tenemos opiniones de otros en el lugar de trabajo, por esta razón, una persona que es un chismoso patológico te sonreirá en la cara mientras planea atraparte con el propósito de explotar eventualmente tu confianza. Ten cuidado de cualquier individuo que parezca compartir demasiado pronto sobre sí mismo y que parezca tener opiniones rígidas sobre los demás.
Empieza a ser selectivo con lo que cuentas, pues el chismoso puede compartir cualquier información que le hayas proporcionado de forma confidencial en beneficio suyo; por eso aprende a manejarte a ti mismo y a tus relaciones en el lugar de trabajo, haciendo lo que puedas para mantenerlas más profesionales y menos personales.
5) Inseguridad: los chismosos son trágicamente inseguros. Todos, incluyéndote a ti, son una amenaza para su sentido del yo; los chismosos tienen un pobre desarrollo del ego y tienden a ser emocionalmente débiles, son rápidos en culpar y cortos de responsabilidad, prefieren hacer la menor cantidad para obtener la mayor ganancia, creyendo que cualquier trabajo adicional o responsabilidad que se les exige es injusto, consideran que los demás tienen la intención de hacerlos fracasar, lo que hace que los chismosos vivan a la defensiva, y se sienten justificados para acabar con cualquiera que consideren una amenaza.
Nunca te esfuerces por construir el ego de una persona insegura. Desarrollar la seguridad es un trabajo interno, si intentas ayudar, serás utilizado y aprovechado. Te permitirán “remar en el bote”, hacer todo el trabajo y luego te culparán cuando las cosas no salgan como esperaban, haz tu trabajo y solo tu trabajo.
6) Parasitario: un chismoso puede parecer que se preocupa por ti, que está interesado en lo que tienes qué decir y que es una persona en la que puedes confiar. Ellos fácilmente ganarán tu confianza, te sacarán información personal para después utilizarlo a su favor. En esencia, son formas determinantes de manipularte, vivir de ti, intimidarte, chuparte tu bienestar emocional y tu éxito. Este tipo de personas prosperan con la reacción y la atención emocional. Recuerda que los chismes viven de las emociones y los miedos de los demás, al igual que una sanguijuela se nutre de succionar la sangre de su fuente. Los chismosos son parásitos, te chupan y te destruyen en un esfuerzo por construirse a sí mismos. Lo mejor que puedes hacer es desapegarte tan pronto como te des cuenta de que están detrás de tu atención, información o reacción emocional. Al final del día serás su chivo expiatorio, ¡aléjate lo más posible de estas personas! no tienen nada real qué decir, nada de valor. Los chismosos nunca trabajan solos porque no son poderosos solos, necesitan un equipo de lugartenientes que les ayude a crear su tormenta.
Lo irónico de este tipo de personas chismosas es que cuando su karma regresa, en realidad se sienten menospreciadas; crean la tormenta y luego se quejan porque está lloviendo, pero no pueden sentirse a sí mismas en ausencia del drama. ¡Libérate ignorándolos! ignorar a un chismoso los priva del combustible que están buscando y finalmente pasarán a atacar a otra persona.
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